UN HOMBRE CON LA CABEZA
LLENA DE NUBES
- ¿Qué tienes en la cabeza?- Le repetía una y otra vez su madre.
-Nada- El niño
contestaba siempre de la misma forma a la misma pregunta.
- ¿Cómo que nada? Todos tenemos algo.
- Yo no.
- Al menos tendrás pensamientos
- ¡Ah! ¿Esas flores que nacen en la jardinera de la terraza cuando es primavera y son de muchos colores?
- No. Yo me refiero a que todos pensamos. Ya lo dijo René Descartes.
- Y ese ¿ quién es?
- Un filósofo francés del siglo XVII.
- No me gusta la filosofía. Y ¿ qué dijo ese señor tan antiguo?
- Dijo: Pienso, luego existo.
- Mamá, yo no pienso. Mi mente es una nube, bueno muchas nubes.
- Y ¿qué ves en ellas?
- Sueños imposibles que nunca podré realizar.
- Con esfuerzo todos los sueños son posibles.
- Pero mamá, tú conoces mis limitaciones.
- También conozco tu coraje, tesón y ganas de esforzarte.
- Mamá, no tengo ganas de seguir. Por eso desde hace un tiempo, mi cabeza está llena de nubes.
- Vamos, poco a poco. Busca la nube más pequeñita y empieza por ella, las grandes déjalas para seguirlas soñando.
- Tienes que ayudarme.
- No te preocupes. Siempre estaré contigo.
- Y ¿cuando tú te vayas?
- Entonces ya habrás aprendido a bajar las nubes de tu cabeza y transformarlas en realidades.Luz del OlmoEste cuadro y muchos como éste lo podréis ver en la exposición: Surrealistas antes del surrealismo, en la Fundación Juan March de Madrid desde el 4 de octubre hasta el 12 de enero de 2014.
Un diálogo hermoso, Luz, esas nubes
ResponderEliminaracogedoras que siempre estarán ahí.
Muchos abrazos.
Gracias Puri por tus palabras. Las nubes nunca se van de nuestra cabeza.
ResponderEliminarBesos