Para Pío, el abuelo de Sergio
de Alicia
La luna recita versos
al mar tranquilo y en calma,
un hombre desde la orilla
observa, escucha y calla.
El agua de vez en cuando
tiene un temblor en la noche
y el hombre va imaginando
el poema que se esconde.
Los niños desde lo lejos
miran a la luna y al hombre.
Se acercan muy despacito:
-Pronuncia ahora mi nombre.
Luz del Olmo