Prefiere entonces no elegir destino y deslizarse de un lugar a otro , siguiendo el rastro de unas huellas sin sentido.
juega, corretea, retoza, trabaja , piensa , sueña, enreda,
desenhebra, se divierte e imagina pájaros blancos que la miran desde arriba, llevando un vuelo , tan perdido , como el andar de ella.
cuesta reconocerse?
Los pasillos se suceden y todo dura un instante . Hay botellas de agua que al pasar le calman la sed que adquirió en el pasillo anterior.
¿Cómo es posible que se encuentre con un arco de piedra y una
moneda de cobre antiguo ? Le gustaría saber esa pequeña
respuesta, pero los pasillos no deciden pasar por el penúltimo
anaquel.
En este viaje por pasillos sucesivos , divisa una puerta , que
bien podría ser la de salida. Ya que se encuentra allí,
aprovecha la ocasión y con un ligero movimiento, se agarra al
picaporte, el pasillo continúa su viaje a ninguna parte y ella
con los pies en vilo, da la vuelta a la aldaba. La puerta se
abre para arrojarla a las piedras de la calle.
Era Agosto y hacía calor, mucho calor . El botón se deslizaba en mi bolsillo , pero conseguí , a pesar de mis dedos llenos de
sudor , apretarlo y hacer la casa pequeña.
A la sombra de un árbol , esperé‚ que mis amigas dejaran de dormir la siesta.