lunes, 9 de enero de 2012

EL FUEGO


A veces, he jugado con el fuego.

Las llamas, de un rojo anaranjado,

se reían divertidas

al paso de mi mano.

Mi palma, inquieta y temblorosa,

se llenaba de miedo

y desaparecía corriendo .

Un laberinto mágico de colores incendiados,

era el viento que formaba

una y mil filigranas.

A veces, he intentado jugar con el fuego,

como el viento con las llamas.

Los dos se han burlado de mi existencia humana.


Luz del Olmo

1 comentario:

Abejita de la Vega dijo...

¿Por qué nos fascina el fuego?

Tal vez porque también somos fuego...

¿Juegan con fuego mis veinticinco niños?