miércoles, 23 de octubre de 2013

UN HOMBRE CON LA CABEZA LLENA DE NUBES

                         Un hombre con la cabeza llena de nubes.  Salvador Dalí                                


UN HOMBRE CON LA CABEZA LLENA DE NUBES

  • ¿Qué tienes en la cabeza?- Le repetía una y otra vez su madre.
-Nada- El niño contestaba siempre de la misma forma a la misma pregunta.
  • ¿Cómo que nada? Todos tenemos algo.
  • Yo no.
  • Al menos tendrás pensamientos
  • ¡Ah! ¿Esas flores que nacen en la jardinera de la terraza cuando es primavera y son de muchos colores?
  • No. Yo me refiero a que todos pensamos. Ya lo dijo René Descartes.
  • Y ese ¿ quién es?
  • Un filósofo francés del siglo XVII.
  • No me gusta la filosofía. Y ¿ qué dijo ese señor tan antiguo?
  • Dijo: Pienso, luego existo.
  • Mamá, yo no pienso. Mi mente es una nube, bueno muchas nubes.
  • Y ¿qué ves en ellas?
  • Sueños imposibles que nunca podré realizar.
  • Con esfuerzo todos los sueños son posibles.
  • Pero mamá, tú conoces mis limitaciones.
  • También conozco tu coraje, tesón y ganas de esforzarte.
  • Mamá, no tengo ganas de seguir. Por eso desde hace un tiempo, mi cabeza está llena de nubes.
  • Vamos, poco a poco. Busca la nube más pequeñita y empieza por ella, las grandes déjalas para seguirlas soñando.
  • Tienes que ayudarme.
  • No te preocupes. Siempre estaré contigo.
  • Y ¿cuando tú te vayas?
  • Entonces ya habrás aprendido a bajar las nubes de tu cabeza y transformarlas en realidades. 

    Luz del Olmo

    Este cuadro y muchos como éste  lo podréis ver en la exposición: Surrealistas antes del surrealismo, en la Fundación Juan March de Madrid  desde  el 4 de octubre hasta el 12 de enero de 2014.

martes, 1 de octubre de 2013

EL CUENTO DE LA NIÑA PERDIDA






                      (c) Julio Plaza
Silencio de luna,
silencio de noche.
Todo está oscuro,
nadie responde.

Una nota de laúd
se oye lejana arriba,
es un pájaro que busca
a una niña perdida.

Silencio de luna,
silencio de noche.
Todo está oscuro,
nadie responde.

Por el valle del olvido
es el viento el que la llama,
sólo se oyen los ecos
por las colinas del alba.

Silencio de luna,
silencio de noche.
Todo está oscuro,
nadie responde.

Ha llegado un  emisario
de los lugares remotos.
Trae noticias tristes
en el agua del otoño.

Silencio de luna,
silencio de noche.
Todo está oscuro,
nadie responde.

No ha visto a la niña
ni ha encontrado su rastro.
La lluvia empieza a llorar 
y sigue, sigue llorando.

Silencio de luna,
silencio de noche.
Todo está oscuro,
nadie responde.

Cuando nadie lo esperaba
la niña ha aparecido,
se entretuvo jugando
con las zarzas del camino.

No hay silencio en la luna
no hay silencio en la noche.
Ya se oye la alegre risa
de la niña por el monte.

Luz del Olmo