LAS MALETAS DE ALICIA

Alicia tenía tres maletas de colores diferentes. En la maleta azul, metía las cosas que le gustaban mucho. En la maleta roja,metía las cosas que le gustaban poco y en la maleta negra, metía las cosas que no le gustaban nada.

Alicia tenía las maletas escondidas debajo de la cama.

En la maleta azul guardaba: la bondad, envuelta en un vestido de seda blanca, el cariño, en una caja de madera de abedul, la amistad esparcida por toda la maleta, la alegría, encima de un traje verde, el amor, en un bolsillo grande, el agradecimiento, debajo de unas medias de licra, a la solidaridad, la había colocado entre dos pañuelos de colores diferentes y al respeto, en unos zapatos rosas de tacón alto.

Cuando abría su maleta roja, se podían ver: los enfados entre los pliegues de un pantalón gris, a la tristeza, tapando su ropa interior blanca, al miedo muy escondido en la punta de un par de calcetines de deporte, al ruido, muy callado y enfadado en una camiseta de colores chillones y por último, a varias palabras mal sonantes, dichas en el tiempo y el lugar inoportuno, en la bosa de aseo.

La maleta negra tenía en su interior tiradas allí con rabia y en completo desorden: la agresividad, los reproches, la falta de confianza, la destrucción, el rencor y el odio.

Alicia era una persona de gran corazón y cuando abría su maleta azul, una sonrisa le llenaba la cara. Cuando abría su maleta roja sabía que pronto la tendría que cerrar. Mas cuando tenía que abrir su maleta negra, primero se miraba en el espejo y con lágrimas en los ojos se preguntaba: ¿ Por qué?