Por el horizonte,
Creo que es Oriente,
Viene tres camellos
Y vienen sonrientes.
¿No estarán cansados
del largo camino?
Se acercan despacio
Yo los miro, miro.
Sus patas son altas
Su cuerpo muy grande
Rumian en su boca
El vuelo del aire.
Quisieran venir
Volando, volando
Cruzando desiertos
Que siguen andando.
Ya se acerca el día
De dejar regalos
A aquellos que piensan
Que no han sido malos.
Por eso las niñas
Y también los niños
Pondrán sus zapatos
Con todo cariño.
Y al pasar la noche
Del cinco de enero,
Buscarán contentos
Sus juguetes nuevos
Saldrán a la calle
A jugar con ellos
¡Nunca hay que olvidar
a los fieles camellos!
Luz del Olmo
4 comentarios:
¡Pobres camellos!
¡Cuánto trabajo el de los Reyes Magos!
He visto, esta tarde en la oficina de Correos, la cara pensativa de un niño. Le decía su abuela que pusiera su nombre, en la carta: Héctor. ¿Y si hay otros niños con el mismo nombre?
Señores Reyes: no se equivoquen, que hay muchos niños que se llaman igual.
Espero que este poema tuyo sea leído por muchos niños ilusionados.
Maga Luz
Es precioso. Me lo guardo para el blog. Espero que los RM hayan venido muy cargados (ya veo que también de buena poesía).
Besadetes
Que no se preocupe Héctor que los Reyes son Magos y todo lo saben.
Gracias por tus buenos deseos, abejita. Ya sabes que tenemos que concertar un día para ir a tu centro.
Un besazo
Luz
Gracias Sàlvia por tus siempre amables palabras.
Ya sabes que puedes llevarte lo que quieras de este blog. He observado la gran difusión que tiene todo lo que publicas en él.
Un abrazo
Luz
Publicar un comentario