martes, 23 de octubre de 2012

UN CICLISTA

 
 (Luz) (c)

Traía la tarde gris
algunas nubes de otoño
que mezcladas con el sol
sugerían franjas de oro.

Feliz en su pedaleo
un ciclista contemplaba;
cómo nubes en el cielo
colores desordenaban.


Al llegar a una bajada,
él tuvo que descender
hasta quedarse sin sol 
y nubes de atardecer.

Pena sintió el ciclista 
y siguió pedaleando
por ver,  si otra vez las nubes,
volvían al sol jugando.

Luz del Olmo

6 comentarios:

El Drac dijo...

Qué lindas musicalidad le has imprimido al poema. te felicito.

Un abrazo

Ele Bergón dijo...

Muchas gracias Drac por el comentario y por seguirme

Un abrazo

Luz

Anónimo dijo...

Muy bonito.
Gracias por el bonito regalo de sus poemas.
Alfa

Ele Bergón dijo...

Gracias a ti Alfa.

Un abrazo

Luz

Abejita de la Vega dijo...

Me declaro investigadora de nubes de atardecer, son la smejores.

Los cerrillos muy guapos.

Besos
Y no has quitado las jodías letras.
13 gheldwi

Ele Bergón dijo...

La nubes del atarceder son las mejores, entre otras cosas porque no hay que madrugar.

He quitado las "jodidas letras", pero las he vuelto a poner porque no paran de mandarme a mi correo mensajes de publicidad. No llegan hasta aquí,¡ menos mal!, pero el robot ha cogido mi correo y no para de envíar, así que he decidido volverlas a poner, a no ser que haya otra forma más fácil de poner comentariosl

Besos

Luz