Para Claudia Hostettler
La noche se duerme,
se duerme conmigo
y yo imagino,
una infancia feliz.
En mis dos zapatos,
encuentro los sueños
de dos mandarinas
y todo el cariño
de un padre bueno,
que pronto se fue
dejándome rota,
cuando una madre
valiente y serena,
soportaba sola
la ausencia del hijo
que antes marchó.
Todos se fueron.
Y hoy tengo, eternos vacíos,
por recordar esta noche
hablando con Claudia
que vive allá lejos,
dónde existe la nieve y el frío,
mientras yo puedo escribir
sentimientos, qué nunca olvido.
(c) Texto y fotos: Luz del Olmo Veros
6 de enero
de 2025
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