Las praderas estaban llenas
de flores quitameriendas.
Eran flores
amarillas y moradas.
Eran flores que florecen
cuando no florece nada.
Eran flores
del verano ya agostado.
Eran flores
del otoño no empezado.
Eran flores anunciando
lo cercano a la vendimia.
Eran flores señalando
lo pequeño de los días.
Me gustaban esas flores,
las flores quitameriendas
que nacían en los prados
donde ahora hay carreteras.
Luz del Olmo
de flores quitameriendas.
Eran flores
amarillas y moradas.
Eran flores que florecen
cuando no florece nada.
Eran flores
del verano ya agostado.
Eran flores
del otoño no empezado.
Eran flores anunciando
lo cercano a la vendimia.
Eran flores señalando
lo pequeño de los días.
Me gustaban esas flores,
las flores quitameriendas
que nacían en los prados
donde ahora hay carreteras.
Luz del Olmo
4 comentarios:
Son delicadas y sutiles a la vista, pero duras a las pisadas. Parecen no tener tallo ni hojas. Cuesta trabajo creer que broten del suelo, pues se diría caídas del cielo.
Hola Bártel, me alegro que conozcas las flores quitameriendas, me parece que también las llaman merenderas.
Yo tengo un recuerdo muy bonito de ellas, pues allá en mi pueblo (Pardilla) jugábamos en este mes de septiembre, a que las flores "caídas del cielo" nos quitaban la merienda.
Aquí en Madrid no las he visto
¿Dónde las has visto tú? ¿Por tu tierra?
Besos LUZ
El sándalo y Bártel
Perfuma mi ventana, mi contraventana y el huequito de en medio.Contemplan una calle,perdón avenida,un poco feílla,con el pomposo nombre del Campeador.Contemplan los tilos,mis tilos de la avenida del Cid,esos que huelen a exámenes.En la lejanía, el pinar del cerro de San Miguel,pinos que huelen a paseo tranquilo.
Crecen mucho porque quieren atrapar la persiana que yo me empeño en no bajar nunca(no me gusta la oscuridad).Si arrancas una hoja o un tallo, te regalan una dosis extra de su perfume.Machadofqp nos aconsejó hacer como esta planta: responder al hachazo con su perfume.Algo semejante a la otra mejilla que nos aconsejaba Jesús.
Es el sándalo que nació en el jardín de Bártel ,vivió y creció tras una reja campeña,en una calle llamada Río, pero sin Río.Ahora contempla el ir y venir de gente que va con prisa,en una ciudad ni grande ni pequeña.
Gracias Bártel por el sándalo, por
tu silenciosa y sabia compañía de la que brotaba siempre una enseñanza.Y no te preocupes por la educación para la ciudadanía.Rollos políticos...los maestros sabemos muy bien lo que se debe y no se debe enseñar.
Un abrazo de
María Ángeles
Proverbios y cantares
LXV
Siembra la malva:
pro no la comas,
dijo Pitágoras.
Responde al hachazo
-ha dicho el Buda ¡y el Cristo!-
con tu aroma, como el sándalo.
Bueno es recordar
las palabras viejas
que han de volver a sonar
Al hablar del sándalo me he acordado de estos versos.
Una paciente de graforrea
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