Prefiere entonces no elegir destino y deslizarse de un lugar a otro , siguiendo el rastro de unas huellas sin sentido.
juega, corretea, retoza, trabaja , piensa , sueña, enreda,
desenhebra, se divierte e imagina pájaros blancos que la miran desde arriba, llevando un vuelo , tan perdido , como el andar de ella.
cuesta reconocerse?
Los pasillos se suceden y todo dura un instante . Hay botellas de agua que al pasar le calman la sed que adquirió en el pasillo anterior.
¿Cómo es posible que se encuentre con un arco de piedra y una
moneda de cobre antiguo ? Le gustaría saber esa pequeña
respuesta, pero los pasillos no deciden pasar por el penúltimo
anaquel.
En este viaje por pasillos sucesivos , divisa una puerta , que
bien podría ser la de salida. Ya que se encuentra allí,
aprovecha la ocasión y con un ligero movimiento, se agarra al
picaporte, el pasillo continúa su viaje a ninguna parte y ella
con los pies en vilo, da la vuelta a la aldaba. La puerta se
abre para arrojarla a las piedras de la calle.
Era Agosto y hacía calor, mucho calor . El botón se deslizaba en mi bolsillo , pero conseguí , a pesar de mis dedos llenos de
sudor , apretarlo y hacer la casa pequeña.
A la sombra de un árbol , esperé‚ que mis amigas dejaran de dormir la siesta.
6 comentarios:
Los pasillos son sitios terribles.
Pueden serlo y si no que los lectores vayan a leer tu último relato. Seguro que se quedan atrapados en la memoria de una Historia que no tiene vuelta atrás. El hombre, ese gran devorador de su propia existencia.
Luz, este cuento, lo habías publicado ya? Sea como sea está bien recrearse en él y vivir las sensaciones de Alicia
Un abrazo
Llevas toda la razón Kety. Lo puebliqué en el mes de agosto, que en realidad es donde correspondía. Lo que pasa que el otro día, busqué en mi ordenador y me parecía que éste estaba sin publicar. Eso demuestra que me lees y además recuerdas mis textos.
Muchas gracia por la advertencia y besos de Alicia, esa niña atrevida que se mete en todas las casas.
Luz, he recuperado mi pequeño libro amarillo. Tus poemas que juegan...ya sabes que estaba en un lugar poco amigo de la poesía.
Un beso
Quiero saliiiiir y hablarrrr.
Me cierraaaaaaan.
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